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El susurro de las estrellas en Siberia

El artista Juergen Staack realiza grabaciones en el lugar habitado más frío del planeta.

Todo empezó con un documental en el canal de arte de la televisión, “arte”, acerca del lugar habitado más frío del mundo, Oymyakon, en el extremo oriental de Rusia. El programa también mencionaba “el susurro del hielo”, un fenómeno que ocurre cuando una persona habla y respira a temperaturas extremadamente bajas. El aire exhalado se congela de inmediato y produce un ruido crepitante que sigue al hablante como una sombra. Fascinado por la idea de palabras convertidas en cristales con un sonido propio, el artista Juergen Staack viajó a Yakutia en el año 2012, acompañado de su colega Thomas Neumann. Las grabaciones de sonido realizadas por Staack se mostraron hasta el 1 de marzo en la exposición titulada SAKHA en la Konrad Fischer Galerie en Berlín. Durante esta caza acústica para grabar el insólito fenómeno del susurro del hielo, que los lugareños llaman “el susurro de las estrellas”, Juergen Staack utilizó un micrófono de condensador con transductor de radiofrecuencia MKH 8060 de Sennheiser como parte de su equipo.

Gracias a la ayuda financiera de la Fundación de Arte de Renania del Norte-Westfalia, Staack y Neumann partieron rumbo a Yakutsk, la capital de la República de Sajá (Yakutia), en enero de 2012. La temperatura de 35°C bajo cero que les recibió en el aeropuerto no era más que un anticipo de lo que les esperaba en su destino final, Oymyakon. Se dice que en 1926 se registró una temperatura de 71,2°C bajo cero, lo que permite al pueblo adjudicarse el título del“polo del frío”. La primera semana la emplearon en planear la continuación del viaje. “Tuvimos que esperar hasta que hubo bastantes pasajeros para llenar un minibús con destino a Oymyakon”, recuerda Juergen Staack. “Cuando el conductor consiguió bastantes pasajeros para poder emprender el trayecto de 24 horas, tengo que reconocer que me sentí un poco asustado. ¿Qué pasa si se avería el autobús a estas temperaturas…?”

La autopista de Kolyma, la“carretera de los huesos”, les llevó 700 kilómetros en dirección noreste. El pueblo de Oymyakon se encuentra en un valle protegido del viento que evita que el aire frío se escape, lo que provoca temperaturas extremadamente bajas en invierno. “Durante los primeros días tuvimos una temperatura de 48°C bajo cero, lo que por lo visto era, no es broma, demasiado caluroso para que se produjera el susurro del hielo. Esto quiere decir que fue necesario corregir a la baja la temperatura que antes se creía necesaria para oír el susurro del hielo, 45°C bajo cero. Como no podíamos oír ningún ruido, empezamos a preocuparnos. Aunque ha habido testimonios del susurro del hielo, es un fenómeno que nunca se había grabado. ¿Y si era sólo un mito?”

Staack pasó el tiempo mientras esperaba la llegada de días más fríos, y la oportunidad de grabar el‘susurro de las estrellas’, realizando otras grabaciones de audio y vídeo para SAKHA, como conversaciones con el meteorólogo local y los habitantes, que le hablaron de sus experiencias con el susurro del hielo. “Algunos de ellos ni siquiera conocían el fenómeno, y otros afirmaban haberlo experimentado cuando eran jóvenes”, narra Staack.

El sonido parecía ser cada vez más inusual. Para mí, se trata de un ejemplo tangible del calentamiento global. Una central térmica de carbón de las cercanías también puede que desempeñe un papel en evitar que la temperatura en Oymyakon baje tanto como hace algunos años”.

Pero Staack y Neumann perseveraron y mantuvieron su equipo listo noche tras noche. Y su paciencia se vio finalmente recompensada. Juergen Staack: “Salíamos cada noche a hacer grabaciones, pero en esa noche en particular la temperatura había caído incluso más, hasta alcanzar los 57°C bajo cero. Y de pronto: ¡ahí estaba! Nuestro aliento y conversación producían un ruido, un sonido metálico, una especie de susurro crepitante que resonaba después de cada palabra y cada exhalación y las seguía como una sombra. Podíamos ver nuestro aliento formando olas y remolinos a contraluz”. La noche siguiente, el mágico espectáculo había finalizado: en contra de todas las expectativas, había subido la temperatura.

Después de pasar unas tres semanas en Siberia, los dos volvieron a Alemania, donde Juergen Staack empezó a preparar el material y a diseñar la exposición SAKHA durante el siguiente año

Los visitantes de SAKHA en la Konrad Fischer Galerie en Berlín entran en primer lugar en una sala blanca. Visualmente, observan un vídeo relajante que crea el estado de ánimo adecuado a la tranquilidad del paisaje y la vida en Oymyakon. En el suelo, cuatro altavoces gris oscuro, fabricados de hormigón y ordenados en un cuadrado, reproducen un paseo por la nieve. “Yo había observado que el sonido de la nieve en Oymyakon era diferente según la temperatura. Para la instalación, caminé alrededor de una forma cuadrada y grabé el crujido de mis pasos en la nieve. Cuando los visitantes permanecen de pie en el cuadrado, pueden oír a una persona caminando a su alrededor por nieve profunda”.

En una pared, se han pintado letras cirílicas, un texto que describe el susurro de las estrellas. Desde ahí, los visitantes pasan a una sala oscura en la que Valery Vinokurov (geólogo y meteorólogo) habla en yakuto: grabado a contraluz, describe el susurro de las estrellas, mientras su voz crea velos y turbulencias blancas a medida que se disipa en la oscuridad. Otra sala oscura está exclusivamente dedicada al susurro de las estrellas, que ha sido grabado por primera vez gracias al artista.

Información sobre MKH 8060

MKH 8060 es un micrófono de condensador de radiofrecuencia de cañón corto perfecto para realizar grabaciones de sonido de alta calidad en condiciones climatológicas difíciles. “El viaje de Juergen Staack al lugar habitado más frío del mundo también marcó un nuevo récord de baja temperatura para el MKH 8060”, explica Kai Lange, gerente de productos de Sennheiser. “Afortunadamente, gracias al principio de condensador de radiofrecuencia, los micrófonos MKH ya cuentan con dos ventajas para su uso en condiciones inclementes: un alto voltaje de radiofrecuencia en la cápsula y una impedancia muy baja de la cápsula”.

“El alto voltaje de radiofrecuencia en la cápsula tiene el efecto de “exprimir” la humedad fuera del micrófono en situaciones críticas, como al realizar grabaciones en la bruma y la niebla”, continúa Lange. “Se podría decir que la cápsula detecta la alta humedad en el aire y se seca a sí misma”.

“La segunda ventaja es la baja impedancia de la cápsula interna, que es menor a 1 kiloohmio, mientras que las cápsulas convencionales tienen una impedancia mucho más alta entre 200 kiloohmios y 200 megaohmios, según la frecuencia. A estos altos niveles de impedancia, el más mínimo fallo de aislamiento tiene como resultado un fallo de la cápsula, mientras que los micrófonos de condensador de radiofrecuencia son totalmente resistentes”.

 Acerca de Juergen Staack

Juergen Staack vive y trabaja en Dusseldorf. Tras completar un período de formación como fotógrafo, Staack estudió en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf. Fue alumno del gran maestro Prof. Thomas Ruff y se licenció en el año 2008 bajo el Prof. Christopher Williams. Gracias a numerosos premios y becas, incluida una beca de la Fundación de Arte de Renania del Norte-Westfalia, Juergen Staack ha podido trabajar y estudiar en Tokio, São Paulo, Siberia y Seúl. Además de diversas exposiciones en solitario y en grupo en Boston, Tokio, Riga, Dusseldorf, Essen y Berlín, Staack es cofundador del colectivo de artistas “Fehlstelle”.