En alta mar con un micro Sennheiser MKH
Tras finalizar un reportaje fotográfico a bordo del pesquero de arrastre J. von Cölln, el realizador y fotógrafo Werner Lebert estaba impaciente ya por volver al mar abierto. Un año después, regresó al J. von Cölln para hacer un documental sobre la vida de los pescadores y las duras condiciones de trabajo mientras faenan. A bordo también se llevó un micrófono de cañón corto Sennheiser MKH 8060 que, al igual que el equipo de filmación, tuvo que soportar las fuerzas de la naturaleza.
Operado por la naviera Kutterfisch con base en Cuxhaven, el J. von Cölln es un arrastrero que faena en una zona de pesca al norte del Skagerrak y entre las islas Shetland y la costa noruega. Las aguas en las que pesca son bravas: para un equipo de rodaje, las condiciones en alta mar son de las más complejas que se pueda imaginar. Los vientos de fuerza 10 o 11 son de lo más habitual, y el pesquero de 40 metros de eslora y 10 metros de manga es sacudido sin piedad por las infatigables olas. “El problema no es si te mareas o no”, explica Werner Lebert. “El problema es si te vas a marear tanto como para tener que abandonar el barco y volver a tierra firme. ¡Y es precisamente lo que ocurre en el 90 por ciento de los casos!”.
La alta mar también es un problema para el equipo utilizado en la grabación, aunque los retos son algo diferentes en este caso. La salinidad del mar del Norte es mucho mayor que, por ejemplo, en el mar Báltico, y en algunos lugares es incluso cinco veces mayor. Eso significa que cada parte del equipo debe ir convenientemente protegida de las salpicaduras de las olas.
Además, el equipo de microfonía también debe aguantar condiciones de viento extremas. Para proteger su MKH 8060, Werner Lebert utiliza una cubierta de peluche MZH 20‑1 con su correspondiente cesto antiviento MZW 20‑1, y una suspensión con mango de pistola MZS 20‑1 para su cámara. “¡La verdad es que las prestaciones de este micrófono son realmente espectaculares! Es muy compacto, lo cual es una enorme ventaja cuando estás grabando exteriores en la cubierta superior, atado al barco con un arnés de alpinista para no acabar fuera de la borda. Pero incluso en estas condiciones, el micrófono funciona perfectamente”.
Lebert y su operador de cámara Bernd Effenberger también tuvieron que echar mano de su inventiva. Con vientos de fuerza 6 o más, trabajar con una pértiga de micrófono en la cubierta de observación era impensable, ya que el viento simplemente te la arrancaría de las manos. Lebert resolvió el problema construyendo un cortavientos con algunas redes de pesca de reserva del arrastrero, detrás del cual él y Effenberger esperaron pacientemente para capturar las mejores tomas de las olas y la increíble atmósfera.
Durante las grabaciones en la cubierta de trabajo extremadamente estrecha, el MKH 8060 consiguió capturar el audio y los distintos niveles de sonido que se generan en la cámara de máquinas y en la unidad de procesamiento del pescado, con sus cintas transportadoras e incontables boquillas aspersoras que limpian el pescado eviscerado con agua salada. “Aquí abajo, las frecuencias de audio más agudas y más graves están muy próximas, pero incluso en este caso logramos obtener muy buenos resultados”, explica Lebert, una opinión que también comparte Daniel Cada, el editor de la empresa alemana Schreckenberg Film, responsable de cortar la película y de la mezcla de audio. Solo fue necesario limpiar un poco la pista de audio para crear un sonido atmosférico espectacular.
“Lo realmente bueno de este micrófono es lo rápido que se puede montar. Teníamos a bordo unos cables de entre 2 y 10 metros de largo, y pronto quedó claro una vez más que apostar por la calidad siempre compensa. Durante las escenas en las que están recogiendo la red solo es posible grabar en manos libres, por lo que la rápida colocación del micrófono fue un factor decisivo”.
Sinopsis
Consejos prácticos de un profesional
Antes de empezar su documental, Werner Lebert recopiló algunos consejos y trucos útiles de técnicos de sonido con gran experiencia, pero la realidad a bordo del arrastrero le hizo improvisar algunas soluciones muy sencillas, como el cortavientos para las grabaciones exteriores en la cubierta superior, mencionado anteriormente. Estos son algunos consejos y trucos adicionales para los realizadores:
- La mejor manera de proteger el sistema de cámara es cubrirlo con varias capas de film transparente fino. Sin la adecuada protección contra las salpicaduras, el sistema no sobreviviría ni un solo día de rodaje.
- Cualquiera que piense que no necesita comprar un cesto antiviento y una cubierta de peluche de pelo largo para ahorrarse un dinero, recibirá una desagradable sorpresa cuando descubra que el ruido del viento le ha arruinado la grabación.
- Las entrevistas con la tripulación y el capitán las hicimos en la relativa tranquilidad del puente, y fuimos recompensados con grabaciones cristalinas.
- Los buques oceánicos están equipados con sistemas de radar que pueden causar interferencias con el equipo de grabación. Aunque esta vez no hemos notado ningún problema, siempre es aconsejable que los operarios de rodaje lo tengan en cuenta. Además, conviene evitar estar cerca del haz del radar.